"Relacionar la vida" permite crear un espacio compartido por niños y niñas con edades comprendidas entre los 10 y 12 años, y adultos con enfermedades mentales, donde dar cabida y posibilidades a una particular forma de trabajar aspectos de sensibilización en la diversidad.
Es un proyecto de aproximación y conocimiento del ámbito de la salud mental para los alumnos y de integración y participación para las personas que sufren una enfermedad mediante la creatividad «aquí y ahora» del grupo y la propia escuela. Por esta razón el proyecto está definido como co-creativo, ya que el objetivo es bidireccional y establece una relación donde ambos colectivos tienen grandes valores para aportar el uno al otro a partir de su experiencia.
La iniciativa nació en 2010 en la Escuela Benviure de Sant Boi de Llobregat, partiendo de la idea original de Susanna Cebrián, colaboradora habitual de Imagina y especialista en técnicas de expresión y creatividad aplicada. Con el transcurso de los años, la experiencia se ha consolidado como una emocionante realidad y ya llega a un buen número de escuelas en las que seguimos disfrutamos de aprendizajes e instantes irrepetibles.
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Formación de grupos y estructura del proceso
El proyecto va dirigido, por una parte, a grupos de alumnos de escuelas de primaria con edades comprendidas entre los 10 y 12 años y, por otro lado, personas adultas que han vivido en primera persona la enfermedad mental.
Generalmente cada grupo o experiencia daría cabida a 15-25 alumnos y 3-5 adultos, 1 docente y 1 dinamizadora coordinadora de intervención. Todas las sesiones se realizan en el entorno escolar y en horario lectivo.
Temporalidad de los encuentros
Los encuentros de las personas participantes constan de siete sesiones a lo largo de un trimestre, una vez por semana, durante una hora y media por sesión.
Desarrollo de los encuentros cocreativos
Los encuentros cocreativos tendrán como fin, vivir una experiencia creativa, donde todos los participantes, sobre todo, disfruten de la experiencia de crear y compartir con la complicidad del resto del grupo. Para este fin, trataremos de estructurar el taller, siempre que sea posible en tres partes:
- Dinámicas de grupo:
Plantearemos diferentes propuestas donde los participantes tengan la oportunidad de reconocer la diversidad y riqueza de las diferentes cualidades de cada persona, como integrantes de un mismo grupo.
Estas dinámicas, sencillas y amenas, servirán para profundizar en los valores de la comunicación como la escucha, la atención, el respeto y sobre todo el valor del otro.
- Juego creativo:
Esta parte del encuentro, propondrá un juego creativo relacionado con las diferentes artes, ya sean venidas del teatro, el clown, el dibujo, la plástica, etc ...
Son la semilla vivencial de la experiencia que queremos compartir y que sólo puede ser creada con la espontaneidad del momento.
- Recogida de la experiencia:
La recogida del taller, que será la misma para todos los grupos en cada sesión, tratará de dejar testimonio de la experiencia en lo que hemos compartido, lo que hemos oído, lo que nos ha sorprendido, lo que nos "ha tocado" en nuestra parte más humana con nuestra relación con los demás.